Boadella, provocador

Hoy se recoge en El Mundo una entrevista a Albert Boadella, en motivo del estreno de su particular visión del Quijote. Como es habitual en él, deja en la entrevista dos o tres "perlas" que son las que me han animado a escribir este post. El titular ya es muy elocuente: "En Cataluña llevamos muchos años, quizá 20, haciendo un gran ridículo". Leyendo más en profundidad, Boadella defiende que los catalanes no nos podemos quejar de nuestros políticos porqué son el reflejo de nuestra sociedad. Otra de ellas, "(...) iría de tertuliano con Jiménez Losantos mañana mismo, para cabrear a los catalanes. Es un gustazo y es tan fácil. (...)". En este tramo de entrevista, llega a justificar de alguna manera al director de las mañanas de la COPE, debido al incidente del disparo en su pierna. La última es que él no va en contra de lo que piensa la mayoría de la gente, "voy en contra de determinados establishments y de las vanguardias. Si Bin Laden hubiera destruido ARCO, haría un gran favor a la Humanidad".

Respetando siempre la opinión de cada uno, siento discrepar de Boadella en la cuestión referida al ridículo de los catalanes. Creo que hemos tenido unos dirigentes, con sus errores y sus aciertos, que han sido leales al espíritu de Cataluña. Se les podrá acusar de ser menos valientes, pero nunca calificarlos como ridículos. Creo que Boadella se deja llevar por sus rencillas personales, nublándole la visión perspectiva de los años pasados. Respecto a ser tertuliano de la COPE, no me parece ni mal ni bien. Todo el mundo es libre de expresarse como corresponde en la democracia, eso sí sin injuriar a nadie. Como le decía a un amigo mío, es tuya la libertad de encender la radio o cambiar el dial. Respecto a lo último, me parece bien que un artista intente romper con lo establecido porqué así se consiguen nuevas formas, diversidades y visiones de una determinada cosa ( que es lo que caracteriza al progreso ). Pero, como ya es habitual, le pierden las formas. Creo que hay formas mucho mejores de expresar tus sentimientos sin necesidad de recurrir a golpes de efecto destinados a rellenar titulares de prensa.
Por último un guiño, después de cargar toda la vida contra el teatro subvencionado, su En un lugar de Manhattan está cofinanciado por la Comunidad de Madrid. Tan inteligente, contradictorio y provocador como siempre; si no existieras, habría que inventarte.